jueves, 9 de agosto de 2012

Las Bibliotecas Públicas en Caldas y Manizales ¿Y ahora quién podrá defenderlas?


De oídas sabemos que existe el Manifiesto sobre Bibliotecas Públicas de la UNESCO, de oídas conocemos algunos de sus apartes, Si bien la UNESCO tiene un serio y contundente planteamiento alrededor de la importancia de las bibliotecas, por qué nosotros no nos interesamos por él.

Las respuestas pueden ser diversas pero no nos detendremos en ellas. Lo que tenemos es un problema de fe en el conocimiento, en el libre acceso a la información y en el lugar indispensable que tiene en nuestra sociedad la Biblioteca Pública y su bibliotecario.

Los bibliotecarios ya no son guardines de libros, la evolución del mundo actual los ha convertido en gestores de las ciencias de la información, en actores vivos en el desarrollo educativo, cultural y social de nuestra comunidad. y conociendo el Manifiesto sabemos de la necesidad de tener unas bibliotecas y unos bibliotecarios aptos para los cambios tecnológicos y sociales que demanda el siglo XXI.

Con los cambios de gobierno llegan las dudas, las preguntas sobre el desconocimiento de dicho texto por parte de gobernantes y directores de cultura. Y uno quiere hacer visible el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas (PNLB), La Ley del Libro, la Ley General de Cultura y la Ley de Bibliotecas Públicas y la Coordinación de la Red Departamental de Bibliotecas, además el trabajo silencioso que los bibliotecarios en Manizales y los 26 municipios del departamento realizan.

Y se hace necesario escribir, por ejemplo, que desde 2004 se creó en la Secretaria de Cultura de Caldas el Programa Departamental de Bibliotecas Públicas, bajo la tutela del PNLB, la cual ha avanzado en la tarea formativa y el empoderamiento institucional para hacer de las bibliotecas unos efectivos centros de desarrollo. De tal manera que se trazaron varias líneas de acción: la creación de Bibliotecas Públicas en los municipios donde no existieran, la capacitación de todos los bibliotecarios en temas relacionados con la Biblioteca Pública, la sostenibilidad y continuidad de los bibliotecarios en sus cargos, la implementación de los servicios circulantes (maletas viajeras, exposiciones itinerantes), la asesoría en el manejo de las colecciones, en la gestión cultural y en la extensión de los servicios.

Estas líneas permitieron que todos los municipios de Caldas tuvieran en funcionamiento una Biblioteca Pública, que un 80% se hayan dotado con material bibliográfico, audiovisual y software por parte del PNLB, y lo más importante durante estos ocho años de trabajo es el  convenio que entre El Ministerio de Cultura, El SENA (Regional Risaralda) y las Coordinaciones Departamentales del Eje cafetero se estableció en 2011 para crear y desarrollar la Tecnología en Gestión de Bibliotecas Públicas para formar desde la academia a nuestros bibliotecarios. Así los bibliotecarios de Supía, Samaná, Palestina, Neira, San José, Victoria, Anserma, Marulanda y Manizales empezaron a formarse como Tecnólogos en Bibliotecas.

Y este trabajo que desarrollan hombres y mujeres, comprometidos con nuestra sociedad, se ha hecho visible. La respuesta es no. Los bibliotecarios no hacen conciertos, no son estrellas del deporte, no salen en televisión, no hacen parte de la farándula o los clubes sociales, pero si invaden nuestros parques, las calles, los colegios y los escenarios culturales con sus sencillas herramientas: los libros y sus voces para decirles a sus municipios: la biblioteca está viva y es para uso de todos.

Llevan ocho años de capacitación continuada, ahora empiezan a profesionalizarse porque las bibliotecas, además de su sustento y el de sus familias, son su pasión, su segundo hogar y uno quiere lo mejor para su casa. A ellas dedican más de ocho horas diarias de trabajo, atendiendo a nuestros hijos, a lectores, docentes en investigadores que asisten a la biblioteca en busca de todo tipo de ayuda.

Y alguien piensa en el tiempo y el dinero que invierten en capacitarse para ser mejores funcionarios para optimizar el desarrollo de la región. En los cambios de administraciones a muchos los dejan sin trabajo, los reemplazan, sin más ni más, porque otros deben ocupar esas plazas, unas que parecen favores políticos, y uno piensa en los nuevos mandatarios y su mentalidades estrechas que no ven el esfuerzo para hacer de Manizales y Caldas un mejor territorio.  No logramos entender como el proceso de formación y capacitación que se viene realizando con los bibliotecarios públicos de Manizales y de Caldas se venga abajo por circunstancias que desconocemos.

Y a nuestras bibliotecas Públicas de Manizales y Caldas quién podrá defenderlas.

La comunidad debe ser la heroína de esta historia, porque nuestros bibliotecarios han hecho parte fundamental de ésta. Ellos poseen un acervo sociocultural como pocos, tienen la facultad para convocar, para desarrollar programas y actividades, para ser escuchados, su trabajo les da credibilidad porque para eso se han preparado.

Llegan nuevos vientos a las Alcaldías de Manizales y los 26 municipios restantes en Caldas y todos esperamos que esos vientos soplen a favor de la comunidad. En esas manos, en la de los dirigentes está la continuidad de un trabajo social, cultural y educativo que se está desarrollando en Caldas desde el año 2004 a través del trabajo de las Bibliotecas Públicas. Los bibliotecarios se forman para ser más competitivos cada día, por qué, ahora, a nadie le importa su esfuerzo, su estructuración profesional y su formación como gestores.


A los bibliotecarios públicos de Manizales y de Caldas hay que rodearlos para que sigan brindando confianza y desarrollo a nuestra sociedad y para que la biblioteca continúe siendo un punto de encuentro donde hombres y mujeres de todas las edades, clases, razas y religiones puedan hacer uso de su derecho a estar informados y de acceso al conocimiento. 

Publicado en el Diario La Patria de Manizales. 

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