EL
FINAL DE UN CICLO
COLECCIÓN
DE POESÍA TULIO BAYER
ÚLTIMA ENTREGA
Hace
dos años y varios meses, en marzo de 2013, en una reunión de café y proyectos
el poeta Conrado Alzate Valencia y quien escribe estas líneas nos subimos en la
idea de hacer una colección de poesía para Caldas que contara en sus números
con la lírica caldense del momento.
Ni
el poeta riosuceño, ni este escritor manizalita, ni mucho menos nuestro editor
Fabio Vélez Correa imaginábamos que subirse en una idea para la difusión de la
poesía regional fuera a ser toda una aventura.
Desde
la creación del formato, que ya hace carrera en Colombia y fue copiado para proyectos literarios por otros escritores, pasando por el título
que es un pequeño homenaje al médico y escritor Tulio Bayer quien aún causa
resquemores en Caldas, hasta la escogencia de los nombres que consolidarían la
colección, sin contar los pequeños contrapuntos que se tejen y destejen
alrededor de esta empresa literaria, todo fue un aprender para hacer visible
nuestra literatura, es decir, nuestros poetas.
Pensamos
en tener treinta autores en la nómina inicial, una que propusiera a jóvenes poetas
regionales y por supuesto a los ya consolidados vates del territorio cafetero. Nos hemos
quedado cortos, llegamos a veinticuatro números.
No
crean que por falta de gestión, si supieran... convocamos autores de todas las
regiones de nuestro mapa, teníamos en la lista treinta y cinco autores para fortalecer nuestra literatura, pero uno no los entiende; porque dicen que tiene obra y libros listos para la imprenta y que nadie les publica; pero no, la obra no existe. Cuando aparece la oportunidad de una publicación se hunden en un mar de excusas.
Eso es tan común en
nuestras tierras. Poetas de cinco o seis poemas publicados en revistas, poetas de un solo libro, poetas de título nada más, es decir, se hacen llamar así: "Poetas", pero no tienen una obra que los respalde. Todo se queda en dos o tres poemas y muchas ideas. Eso pasa aquí en Caldas y en China con novelistas, cuentistas, cronistas, poetas y artistas en general, nada de que alarmarse.
Pero
hoy no hablemos de eso sino de la alegría que representa para nosotros y para la Editorial Manigraf ver la colección completa y digamos que hay asomo de tristeza al saber que terminamos este sueño.
Cuando
lo iniciamos no teníamos en la cabeza como sería el mapa que compondría la colección. Llegaron poetas de Belalcázar, Risaralda, Supía,
Riosucio, Anserma, Filadelfia, Salamina, Santa Rosa, Chinchiná, Marquetalia,
Neira y Manizales, abarcamos buen número de municipios, cada uno de ellos sumando en nombre de esta muestra. Mucho menos imaginábamos que las poetas Sandra Viviana, Lorena, Diana Andrea, Juanita, Diana Toro y Dorian y los
poetas Conrado, Juan Carlos, Adalberto, Julio, Adrián, Juan Alberto, Flóbert,
Germán, Antonio, Alcy, Ibán, Martín, Orlando, Julián, Umberto, Mario, Jorge y
César nos respaldaran con sus selecciones y nos dijeran que nuestra poesía está viva.
Si, son veinticuatro nombres que aceptaron la invitación para poner en manos de
lectores sus creaciones. Un número nada despreciable pero también nada fácil de alcanzar. Lástima se nos quedaron por fuera un puñado de excelentes escritores amigos.
Y esos poetas y sus cuadernillos de la Colección Tulio Bayer han hecho un recorrido largo: desde Manizales, ciudad donde nació la idea de agruparlos, para llegar a todos
los municipios de Caldas y derribando fronteras alcanzar departamentos como Quindío, Risaralda, Valle, Tolima, Huila,
Cundinamarca, Antioquia, Boyacá, Meta, Bolívar, Atlántico y Guajira. En manos de colegas de
esos departamentos quedó la colección.
Medios de comunicación impresa, radial, televisiva y de la web en Cali, Tulúa, Armenia, Pereira, Cartagena, Bogotá, Medellín y Manizales registraron con entusiasmo la aparición de esta serie de cuadernillos poéticos que estaban respaldados por tres hombres y una pequeña editorial y no por el poder de las entidades estatales o las de una universidad, con un bonus track la colección se obsequió, era sin ánimo de lucro.
Medios de comunicación impresa, radial, televisiva y de la web en Cali, Tulúa, Armenia, Pereira, Cartagena, Bogotá, Medellín y Manizales registraron con entusiasmo la aparición de esta serie de cuadernillos poéticos que estaban respaldados por tres hombres y una pequeña editorial y no por el poder de las entidades estatales o las de una universidad, con un bonus track la colección se obsequió, era sin ánimo de lucro.
Y
todo esto se hizo para decir que nuestras letras avanzan en el panorama literario
nacional, que desde la periferia, que desde la provincia seguimos escribiendo y que, aún, sin apoyos de entidades gubernamentales (a las que les compete esta misión de
reconocer y difundir nuestra literatura) los creadores de Caldas apuestan desde
los rincones donde habitan por la continuidad de la poesía en la región.
Capitaneamos
un barco llamado Colección de poesía Tulio Bayer durante dos años, dirigimos nuestras mirada y nuestros esfuerzos hacia la
culminación de una muestra de autores de Caldas para el mundo, recordemos que llevábamos
casi 20 años sin una colección de nuestra poesía actual y era hora que alguien iniciara esta tarea. la hicimos como un tributo a la literatura regional. Desde los sencillo de su diseño y
lo variado de su propuesta poética fuimos creciendo y derribando egos, miedos y odios y hoy podemos
repetir las palabras del poeta Jorge Teillier:
“Tú sabías que la poesía
debe ser usual como el cielo que nos desborda,
que no significa nada sino
permite a los hombres acercarse y conocerse.
La poesía debe ser una
moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las
mesas
como el canto de la jarra de
vino que ilumina los caminos del domingo.
Sabías que las ciudades son
accidentes que no prevalecerán frente a los árboles,
que la poesía no se pregona
en las plazas ni se va a vender a los mercados a la moda,
que no se escribe con
saliva, con bencina, con muecas,
ni el pobre humor de los
quieren llamar la atención
con bromas de payasos
pretenciosos
y que de nada sirven
los grandes discursos
tartamudos de los que no tienen nada que decir.
La poesía es un respirar en
paz
para que los demás
respiren”.
Gracias
a todos por creer, a los autores, a la editorial Manigraf (Jaime Alberto,
Guillermo y Claudia) a mis amigos Conrado y Fabio, a la Biblioteca Pública que
solidariamente nos cedió este espacio en cada presentación, a los medios de comunicación impresos, radiales digitales y televisivos que nos apoyaron y a ustedes público lector por seguir creyendo en el poder de la poesía.
Juan
Carlos Acevedo Ramos
Al
final de la primavera de 2015